Continuando con la temporada alta (2)


 Estas últimas semanas he tenido gran actividad en cuanto a eso llamado Desdoblamientos (tengo en este blog una etiqueta con esa denominación).

Según la Wikipedia, un desdoblamiento es un tipo de proyección ─entre al menos seis más que describe─ que consiste en abandonar el cuerpo físico permaneciendo en un mismo espacio y tiempo que aquél "pudiendo visitar lugares o ver cosas posteriormente verificables". Sin embargo, debido a una falta de dominio de la proyección, los individuos que experimentan un desdoblamiento o proyección astral, al observar la parte etérica de los objetos, pueden confundir las cosas o verlas fuera de su posición original. En un desdoblamiento el subconsciente juega un papel importante si la consciencia no es "clara" pudiendo afectar la experiencia de algún modo.
Proyección astral. Tipos de proyecciones (subtítulo 6to.) - Wikipedia

Es tal cual lo que algunas veces me sucede desde hace más o menos una década.

Una de los desdoblamientos que recuerdo tuve en estos días ocurrió también a la tarde. Estando acostado, sentí que el cuerpo "se me metía para adentro y volvía hacia mí"; lo describo como un modo de hundiemiento que tensa y destensa en la superficie (mientras uno está aparentemente despierto) hasta que uno se sale. Generalmente, esta sensación de hundimiento viene acompañada de Parálisis de Sueño (aquí una referencia sobre la parálisis del sueño en el blog, y aquí lo que comenta la Wikipedia al respecto). En esta ocasión, también estuve incómodo para levantarme, así que desordenadamente me di vuelta mirando "desde el aire" boca abajo la cama. No me vi a mí mismo, dormido o acostado, como se suele relatar por ahí ─lo que verdaderamente no me sorprendió─, es más, creo que nunca me vi y si es que lo hice lo hice sólo una vez (pero es algo que considero fue un sueño más que otra cosa).

Pude apoyarme en la cama por fin. Cuando quedé en posición vertical, observé al televisor detenidamente, estaba como en una caja de metal, me pareció sumamente curioso ver el aparato dentro de una caja. Pensé, ya con toda certeza, que en esos estados uno no ve la "realidad" tal cual la observa estando despierto, al menos algunas veces, y que es muy fácil volver a la escena otra cosa de lo que pudiera ser originalmente. Me concentré en los sonidos que salían de la televisión, quería entender fielmente lo que se decía para poder constatar luego de qué programa se trataba. Me fue tan fácil entender lo que se decía en aquél programa que me parecía estar despierto, aunque siempre tenía presente al televisor en esa caja rara metálica, lo que me hacía saber, además de las sensaciones particulares de la vivencia, que no estaba en un estado ordinario de consciencia. Decía que me pareció tan fácil entender lo que se decía en ese programa de televisión que aparentemente subestimé el asunto porque no logré recordar nada de lo que había escuchado una vez despierto. La pared a mi derecha también era diferente si bien todos los objetos de la habitación estaban en el mismo lugar. No pude alargar más la experiencia porque después de un rato de disfrutarla vinieron unos pensamientos (los tengo bien registrados) que me devolvieron a la percepción de la cama, las sábanas, la almohada, percepción simultánea o dual, harto conocida por mí, de un allá y un aquí con la que me desconcentro.

Este mes he aprendido cabalmente que en un desdoblamiento local (siempre fue en la habitación en donde me había dormido) las cosas pueden no ser como son en la vigilia. Afirmo con certeza además que estas experiencias no se parecen a las que uno vive cuando está soñando. Es decir, ni es del todo algo de los sueños, ni es del todo algo de la vigilia, mis desdoblamientos son un intermedio afín a ambos lugares. De alguna forma, uno puede traspasar puertas y paredes, puede flotar, pero también se puede sentir una especia de atracción a modo de lo que sería la gravedad estando despierto. Considero que esto último se debe a un tipo de configuración de la mente a modo de un condicionamiento. Puedo afirmar que sucede en estas experiencias un tipo de creación de realidad en "tiempo real" en donde uno pone cosas en la estructura de lo que ve y siente y la va modificando según el ánimo, el pensamiento o la emoción imperante, y que esto se parece mucho a lo que sucede cuando uno tiene un sueño común.

Después de años intentando entender este tipo de experiencias puedo decir que disfruto de las mismas, y que las alucinaciones hipnogógicas* que con relativa frecuencia suelo tener ya no tienen el impacto de miedo que tenían anteriormente posibilitándome un estado de ánimo propicio para seguir investigando.

¡Un saludo a todos!


* En otro momento escribiré sobre mis experiancias realmente aterradoras que viví en el pasado en relación a lo que he optado en llamar Alucinaciones Hipnogógicas, según el enfoque occidental.
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Imagen
http://www.eltriangular.info/es/actualidad/misterios/Oscar-Ichazo-y-el-Eneagrama (texto interesante)

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Pues yo, estando "colocada" hace muchísimos años, ni siquiera tenía mis hijos, tuve una experiencia de ese tipo pero al comienzo tuve tanto miedo que me resistí con todas mis fuerzas y logré salir, ahora me arrepiento, debería haberme sumergido como tú en la experiencia y vivirla, era demasiado jóven (menos de 20) y me dio pánico de no poder regresar con mi hilo de plata...
Juanjo Rubio ha dicho que…
Tremenda experiencia, amigo...

Un abrazo.
Sonia Ramirez de Arellano ha dicho que…
essssssssssssspeluztacular!!! me ha encantado tu blog, te veo en twitterland y en bloggerlan con un follow en ambos

:)
Edda ha dicho que…
Eres genial! Mis últimos hacen ya mucho tiempo, pero no descarto la posibilidad.
Un abrazote ;P

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